 
            Seamos artífices de nuestro propio destino
            El Día del Trabajador, desde el inicio de su institucionalización internacional, nos recuerda a compañeros masacrados en Chicago por luchar en defensa de los derechos de los asalariados.
De modo que no hay nada que celebrar ni festejar, sino que la muerte de aquellos compañeros debe ser motivo de una renovación del compromiso de seguir levantando las banderas de la causa de la dignidad de la clase trabajadora.
A la conmemoración de esa masacre podemos agregar a los obreros asesinados en Vasena, en la Semana Trágica, a los peones rurales fusilados en la Patagonia rebelde, a los trabajadores y dirigentes asesinados, fusilados y desaparecidos en las sucesivas dictaduras que sufrimos los argentinos.
Por eso, los trabajadores y sus organizaciones representativas son el sector social qu...        
        
    
