El Sindicato de Prensa Bonaerense se sumó a la radio abierta que realizaron trabajadoras y trabajadores de la agencia Télam de la corresponsalía La Plata en reclamo por la reincorporación de lo 357 trabajadores de prensa despedidos por Hernán Lombardi, titular del Sistema Federal de Medios de Argentina.
El secretario general de SIPREBO, Antonio Guillen, destacó que “no es casualidad que estemos haciendo este acto junto a los compañeros de Astilleros, porque los acompañamos en su lucha y ellos nos acompañan en la nuestra, porque – al margen de ramas de actividad- todos integramos una clase trabajadora a la que este gobierno intenta domesticar y avasallar”.
Agregó que los trabajadores de TELAM, de Astilleros, docentes, judiciales, de ATE, de la UNLP y de gremios que integran el Frene Gremial Regional “están ando un ejemplo de lucha por la defensa de los puestos de trabajo,de los salarios y de la dignidad”.

El acto se realizó junto a la carpa montada por los trabajadores de Astilleros Río Santiago, que con toda determinación están luchando para evitar el vaciamiento de la planta naviera de Ensenada, con activa particiación de organizaciones gremiales y sociales, como el Frente Docente, Judiciales, ATE, Cicop, la regional Gran La Plata de COSITMECOS, entre otras.

Hace más de dos meses, 357 trabajadores de Télam de todo el país, con entre cinco y 33 años de antigüedad, recibieron telegramas de despidos, y otros tantos jamás fueron notificados de la medida y se enteraron de su desvinculación al hallar en sus cuentas bancarias la indemnización correspondiente.
Vale resaltar que la Justicia Laboral ya se ha expedido en cerca de 50 casos ordenando la reincorporación, medida que es resistida por la autoridades de TELAM.

La ola de despidos se sintió con fuerza en la capital bonaerense, donde fue despedido el 70% de la planta de trabajadores, con un promedio de 15 años de antigüedad en el cargo, todos sumamente calificados para la labor que desarrollaban.

Una vez más, desde el Siprebo repudiamos las políticas de achique y vaciamiento de los medios de comunicación que, no sólo atentan contra las fuentes laborales, sino que hace pagar el costo más alto del ajuste a los trabajadores y, además, es un atentado a la libertad de expresión.
